arquitectura

El edificio que se ubica en el número 24 de la calle Txabarri de Sestao, levantado en el primer tercio del siglo XX, contiene diferentes estilos, ya que su construcción se prolongó durante cuatro años, entre 1.930 y 1.934.

Así, el proyecto que el arquitecto Ismael Gorostiza había ideado en un principio pasó del regionalismo a un diseño depurado, influenciado por el art decó. Las notas regionalistas del edificio se aprecian en el diseño de los hierros de la planta baja del edificio. La mezcla de estilos también se ve en los hierros de los balcones, otro detalle que apunta a Gorostiza, cuya huella es visible en otros lugares del municipio.

Las viviendas rompieron la tónica imperante en el momento, al ser de mayor tamaño. Constaban de cuatro dormitorios, despacho, cocina, despensa y baño. Todas las estancias tenían iluminación y ventilación directa.

(*) Esta información está basada en “La guía de arquitectura urbana de Sestao” promovida por el Ayuntamiento y escrita por Gorka Pérez de la Peña, experto que describe en detalle los edificios más emblemáticos.

El arquitecto Santos Zunzunegui dejó constancia del estilo art decó en varias de las construcciones que proyectó, tanto en Sestao como en otras localidades vizcaínas, como hemos recogido en algunas entradas anteriores. Sin embargo, también aplicó el denominado estilo regionalista en algunas edificaciones, como los portales 12 y 14 de la calle La Iberia, en Sestao, un estilo que fue modificando durante la construcción por otro de líneas más depuradas.

En ese edificio en el que se ubican ambos portales llaman la atención los huecos apaisados de gran formato de los miradores. Parece que Zunzunegui puso el énfasis en los cuerpos de los miradores, por los que se podía adivinar que el salón era la pieza protagonista o principal de la vivienda. La presencia de unas decoraciones mínimas suaviza la desnudez de la cara que mira al exterior del edificio, conocida como paramento en el lenguaje arquitectónico.
Cada uno de los bloques dispone de dos viviendas por mano.

En este proyecto de La Iberia, Zunzunegui dejó ver su evolución hacia el racionalismo, estilo que experimentó a mediados de los años 30 del siglo pasado y en el que dejó constancia en otros edificios. como el de Jayo, en Portugalete, de 1936.

(*) Esta información está extraída de “La guía de arquitectura urbana de Sestao”, promovida por el Ayuntamiento y escrita por Gorka Pérez de la Peña, experto que describe en detalle los edificios más emblemáticos.